¿Cuál es la situación actual en Busturialdea?
Yo soy nacido en Gernika y vivo en Mundaka. Mi conexión con la comarca es plena. He pasado de un pueblo grande —grande en el contexto de lo que es Urdaibai— a un municipio mucho más pequeño. La diferencia entre un núcleo como Gernika y uno como Mundaka es notable, sobre todo en cuanto a servicios y a la oferta de actividades culturales o deportivas disponibles.
Luego, laboralmente, como trabajo fuera de la comarca, en X, lo que más se nota es esa lejanía: lo difícil que resulta llegar a tu centro de trabajo o a una capital como Bilbao. De Mundaka a Bilbao hay escasos 50 kilómetros, pero se tarda cerca de 50 minutos en llegar. Eso convierte esta comarca, desde mi punto de vista, en una especie de reserva, pero una reserva que también tiene su parte negativa.
Entiéndeme: por un lado es una Reserva de la Biosfera, y es genial vivir aquí, pero al final se convierte en un sitio que, en mi caso, es prácticamente un dormitorio. Cada vez que queremos hacer algo —ya sea trabajar o realizar alguna actividad cultural o deportiva que se salga de lo habitual— tenemos que salir de esta zona. La propia comarca tiene muchas limitaciones.
¿Cuáles crees que son los retos principales que afronta la comarca?
Como decía antes, es un entorno maravilloso desde el punto de vista paisajístico y turístico. Sin embargo, tiene poca infraestructura turística. Y no me refiero al número de hoteles o de viviendas vacacionales —eso ya lo hay—, sino a que, cuando llega un turista, prácticamente no tiene nada que hacer.
Por ejemplo, en Mundaka, el turista sale del coche, sube a la atalaya, mira el paisaje, dice “¡qué bonito!” y se va. No hay ningún enganche, nada que haga que ese turista se quede más tiempo. Una vez hablé con alguien de la Oficina de Turismo de Gernika, y me decía que su gran reto era conseguir que el tiempo medio de estancia de un turista pasara de 40 minutos a una hora. ¡Ese es el tiempo medio! Suben a ver la Casa de Juntas, la iglesia, el ayuntamiento… y ya está. Algunos se quedan más tiempo en el museo, y ahí sí: ya que están, toman algo, una cerveza, se quedan a comer… Y eso genera riqueza en la comarca. Pero el turista que llega, aparca, da una vuelta y se marcha solo genera problemas de aparcamiento.
Así que uno de los principales retos es la falta de infraestructura turística que permita que la gente se quede más tiempo y genere economía local.
¿Has observado cambios significativos en los últimos años?
Sí, sobre todo en Mundaka, con el turismo de verano. Siempre ha habido veraneantes: gente que tenía segunda vivienda o alquilaba un piso durante uno o dos meses. Era el alquiler tradicional de verano. Eso ha cambiado. Ahora lo que existe es muchísimo piso turístico, vivienda turística. Y eso ha generado un problema para el turista tradicional que venía todo el verano: ya no hay oferta para estancias largas, porque esas viviendas se han convertido en alojamientos turísticos de corta estancia.
Eso encarece los pisos. En Mundaka siempre han sido caros, no es algo nuevo. No es que ahora, por culpa de los pisos turísticos, se hayan encarecido: siempre han sido más caros que en Bermeo o Gernika. Pero el fenómeno se ha intensificado.
¿Cómo se podrían superar los retos que has mencionado?
Falta infraestructura. Y me refiero a hacer cosas concretas. Por ejemplo, el Guggenheim Urdaibai me parece una buena idea. Pero habría que detallar en qué consiste, porque ahora mismo hay muchísima desinformación. Lo que conocemos son solo grandes pinceladas. Entiendo que el proyecto está todavía en fase de definición, pero es necesario contar con más información para poder posicionarse a favor o en contra. Considero que para opinar hay que conocer.
Un museo Guggenheim Urdaibai, bien definido, puede ser un buen motor. Si además se crean, como se ha mencionado, senderos o vías peatonales entre Gernika y Murueta, perfecto. ¿Y por qué no extenderlo hasta Bermeo, por toda la costa? Tener un paseo ciclable o peatonal entre Bermeo y Gernika sería una gran inversión.
El que camina desde Bermeo hasta Gernika se pasa media mañana en la comarca, y eso le obliga a tomar algo. Y esa actividad genera economía.
Además, hay que mejorar los accesos. Lo que comentaba antes: casi 50 minutos para hacer 50 kilómetros es una barbaridad. Y si vas por Amorebieta, todavía peor. Así que la mejora de las infraestructuras viarias es fundamental tanto para el turismo como para atraer industria.
En cuanto a transporte por tren y autobús, creo que estamos bien, especialmente en el margen izquierdo, donde tenemos tren y autobús. En la margen derecha solo tienen autobús. Siempre se puede mejorar, claro, pero el problema más grave es el acceso por carretera.
Y, además de la mejora viaria, necesitamos un elemento tractor para que el turismo se quede. Creo que el potencial de esta comarca es el turismo. Por nuestra localización, no podemos tener grandes industrias. Estamos limitados.
Principalmente industria turística, el sector terciario: hostelería, actividades deportivas y culturales vinculadas al turismo. El segundo sector es más complicado: tendría que ser industria limpia, poco o nada contaminante, y de tamaño reducido, porque no hay espacio industrial disponible. El sector primario también está muy limitado. Se habla mucho del producto de kilómetro cero y de la agricultura ecológica, que están muy bien, pero siempre que tengas a quién vendérselo. Muchas veces es más fácil venderle tomates a quien viene de fuera que a los propios vecinos. Al local le cuesta más pagar por los productos de la huerta de enfrente.
Mencionas que faltaría un “elemento tractor”. ¿Cuál crees que podría ser?
Podría ser el Guggenheim. No sé exactamente en qué consiste el proyecto, pero ya el hecho de que lleve ese nombre va a atraer a gente de otras zonas y países. Nos pasó con Juego de Tronos. Todos conocíamos Gaztelugatxe, pero el boom vino después de que saliera en la serie. Cuando alguien pone algo en el mapa —aunque sea simbólico— la gente viene a verlo. Ese tipo de cosas generan movimiento, generan riqueza a su alrededor.
¿Conoces alguna iniciativa que ya esté en marcha y que se podría mejorar?
Sé que el polígono industrial de Muxika está en marcha. No sé exactamente en qué fase está ni cuánto falta para que avance más. También sé que hay proyectos de mejora en infraestructuras, como los túneles de Sollube, que en teoría están proyectados. No sé cuándo se ejecutarán, pero están sobre la mesa. Más allá de eso, en la comarca no conozco otras iniciativas destacadas.
Si se produjeran cambios, ¿cómo crees que afectarían? ¿A quién y de qué manera?
El Guggenheim puede actuar como un polo tractor. Cuando consigues que alguien venga a ver algo, como un museo de renombre, ya tienes ese reclamo. Alrededor de eso se genera economía: tiendas de recuerdos, bares, cafeterías, pequeños productores del sector primario que venden productos típicos… Empresas que organizan actividades deportivas como bicicleta, kayak, piragua, surf… Porque quien viene dice: “Ya que estoy aquí, aprovecho”.
También se beneficiaría el alojamiento. No es que necesitemos muchos más hoteles, pero sí lograr que los que ya hay funcionen no solo en verano, sino durante todo el año. Ese es el gran reto aquí: en verano está todo lleno, pero llega noviembre y parece un desierto.
Una infraestructura así puede romper esa estacionalidad. Y si conseguimos atraer visitantes durante todo el año, ganan muchos sectores: desde tiendas y hostelería, hasta productores locales, promotores culturales o guías turísticos. La economía genera economía.
¿Quieres añadir algo más que no te hayamos preguntado?
Siempre hay quien está en contra de cualquier cambio. Pero mi principal preocupación es que mis hijos puedan vivir aquí, no que esto se convierta en una segunda residencia. Si aquí no hay empleo, se tendrán que marchar fuera. Y yo no quiero eso. No quiero que esto se convierta en una reserva india donde la gente solo venga a comer los domingos.
El paisaje está muy bien, pero del paisaje no se vive. Hay que generar economía alrededor de él. Y sí, hay gente que dice que no quiere que venga más gente, pero luego viajan a otros lugares… y también molestan. Esa postura me parece bastante hipócrita.
Yo soy partidario de que venga cualquier tipo de proyecto que genere movimiento. No tiene por qué ser el Guggenheim, pero me parece una muy buena idea, sobre todo por el nombre que tiene. Igual que Juego de Tronos: fue una serie con muchísima repercusión que puso en el mapa varias localizaciones y generó riqueza. Lo mismo podría pasar con un museo aquí.