Comentabas que querías empezar hablando del proyecto de ampliación del museo Guggenheim en Urdaibai.
Es que ha habido cambios. Por lo menos de la información que se recibe inicialmente, que parte de la rehabilitación de edificios obsoletos industriales. Se explica que se plantea una rehabilitación de esos inmuebles. Sin embargo, lo que se ha llevado a cabo ahora es un derribo del edificio. No es una rehabilitación, un derribo de un edificio que tenía cierto interés patrimonial. A pesar de que tuviera suelos contaminados, pero un suelo contaminado no tiene por qué implicar el derribo de ese edificio. Entonces me parece que solo quedan lo que eran las oficinas cuando todas las cerchas de los pabellones podían haberse reutilizado.
Por lo menos en lo que a mí respecta, ya la primera información que se vende, que es la rehabilitación de edificios industriales para su conversión, pues ya no es la que se está llevando a cabo. Luego la otra pata de los astilleros, también hay bastante desinformación sobre cuál es lo que se va a llevar. Si sobre Dalia, que era la rehabilitación, no se está haciendo dicha rehabilitación, sobre los astilleros que no se está haciendo nada todavía no se sabe exactamente qué es lo que se propone, si es también rehabilitación de edificios o hay una intervención más agresiva. Ese es el aspecto desde el punto de vista del patrimonio edificado industrial. También, por mucho que se plantee la posibilidad de que esto sea la recuperación de suelos industriales para darle un carácter cultural. Yo creo que en un entorno tan sensible y tan amenazado como es Urdaibai en la zona más natural. Me parece que en lo que es estrictamente la ría, el espacio natural, su destino no debería de ser la utilización por parte del hombre. Entonces, yo creo que en el caso de Gernika está claro que es una ciudad consolidada, urbanizada. Pero en el caso del entorno de la ría de Urdaibai yo creo que es bastante más problemático que un edificio que seguramente tendría que haber derribado ya, porque los permisos de utilización ya están caducados.
No debería de plantearse su reestructuración, su renovación, sino que debería de plantearse su renaturalización. Creo que eso es lo principal. Porque estamos en un entorno natural y lo que no se puede plantear es que un entorno natural protegido siga planteándose como una posibilidad de desarrollo económico. Yo creo que eso es erróneo. No debería de ser, en un entorno natural protegido debe de incentivarse hacia la naturalización total. No ya por el hecho de lo que puede suponer el llevar un museo allí, porque eso no sabemos lo que va a pasar, sino solo por el hecho de esa idea inicial de transformar ese suelo industrial en un equipamiento cultural. Es que yo creo que de partida no debería de ser esa ubicación. La rehabilitación de un entorno urbano del pasado industrial que está obsoleto puede ser conveniente darle otro uso.
Por otra parte, está muy bien que se hagan este tipo de propuestas de contraste de la información pública, pero igual ha habido muchos años de desinformación que ha creado un estado de rechazo por precisamente esa falta de información. Se da como algo hecho, algo que no se explica suficientemente con claridad. Igual porque no hay un proyecto real, pero si no hay un proyecto real, tampoco se debe dar por hecho que se va a hacer. Igual esta labor de consultas debía haber sido desde un inicio. Oye, tenemos esta idea, ¿qué os parece? Pues se debate. Está muy bien que se haga ahora, pero yo creo que este rechazo general es también por esta descoordinación entre las fases y los procesos que deberían de haberse llevado a cabo en este proyecto. También hay otra cuestión, el ser humano seguir utilizando los recursos naturales como bien de producción. Entonces, el hecho de que la cultura se venda como solución y que no puede rechazarse porque es algo cultural, también es un poco perverso. Tendrás que pensar bien dónde estás implantando esa cultura, no en cualquier sitio.
¿Puedes desarrollar un poco más esta idea?
Muy problemático porque en un entorno protegido como Urdaibai, que se plantee una cuestión económica de turismo, yo creo que es muy problemática. Porque una reserva natural no debe de ser un motor económico. No debemos plantear que todo suelo, todo espacio puede ser un generador de economía. No es su fin. El hecho de tener que traer una figura como el Guggenheim para generar este dispositivo cultural también es un poco problemático. Que haga falta el paraguas de una institución externa que en Bilbao ha funcionado, pero por otras circunstancias. El efecto Bilbao, que se llama, está muy relacionado con un edificio muy concreto, más que con la propia figura de Guggenheim como marca. Porque Guggenheim como marca, se ha intentado llevar a otros lugares. El hecho de que Guggenheim esté bajo ese proyecto no garantiza que vaya a funcionar. Pero sí que lo que ha ocurrido con Guggenheim Bilbao es que hay una desconexión muy clara de ese servicio cultural con el entorno cultural real del de la zona. Hay muy pocas exposiciones de artistas vascos españoles. No hay una relación directa entre lo que sucede en el museo, que es bastante opaco, al final es una fundación privada con aportación pública, pero es una fundación privada. A pesar de que me parece que la aportación es 100% pública. Entonces, el hecho de que se crea esa figura de público-privado que dé pie a que no haya ningún tipo de control claro de cuál es la programación y el criterio de selección. Tampoco creo que sea la mejor de las opciones. Si se cree que una entidad cultural en el Urdaibai, ¿por qué no la crea el propio Gobierno Vasco? El Artium funciona perfectamente y es un museo que tiene mucha relación con el contexto y que propone cosas de aquí, pero también pone cosas de fuera. Pero hay una mezcla clara. No sé cuál es la necesidad de que haya esa especie de franquicia del Guggenheim.
¿Qué implicaciones crees que tendría?
Yo creo que lo que funcionó en Bilbao funcionó una vez. Se ha intentado repetir desde el punto de vista de la marca del Guggenheim en muchos otros lugares y no ha funcionado. Y se ha intentado repetir desde el punto de vista del edificio en muchos otros lugares. Hay un montón de ciudades en España en el que se ha intentado recrear el efecto Bilbao con edificios y no ha funcionado porque el hecho de que funcionara una vez no supone que vaya a funcionar todas las veces. También el hecho de que esta infraestructura pública-privada destine tanto dinero de cultura allí. Es un establecimiento privado, y mucha parte de ese dinero de cultura, del gobierno vasco va a una institución privada como es la Fundación Museo Guggenheim Bilbao.
¿Cómo crees que afectará al sector cultural del entorno?
Eso nunca se sabe porque no se sabe cuál es el proyecto. También se hablaba de un tipo de funcionamiento de este Guggenheim Urdaibai que hablaba de residencia y exposiciones. Esa residencia no se sabe si serán residencias locales, extranjeras o nacionales. No se sabe qué implicación. Si es una implicación de la misma manera que ha funcionado el Museo Guggenheim en Bilbao, pues va a ser muy poca porque hay una clara desconexión entre lo que pasa dentro del Guggenheim y lo que pasa fuera.
¿Crees que hay oportunidades que no se están aprovechando?
Lo que falta es una idea de proyecto concreta. Eso es lo principal. Hay una idea de resultado. Se va a hacer un museo Guggenheim, pero no hay una idea de proyecto concreta. Va a traer 150.000 visitantes, que eso no es lo relevante. Es algo cultural. Tiene que ser desde el punto de vista cultural, no desde el punto de vista económico.
¿Quieres comentar algo más?
Hoy estaba en Bilbao. Había bastante tráfico y atasco en la carretera, desde Amorebieta hasta Gernika. Si hay 150.000 visitantes, en ese entorno, supongo que será bastante catastrófico para un entorno que no sé si se puede mejorar su conexión de manera fácil. Y el hecho de que haya 150.000 habitantes que también recorren este trayecto entre los dos lugares, estás recorriendo un 150.000 personas al año en un entorno sensible. En un entorno sensible donde hay aves que anidan, que van a dejar de anidar seguramente porque hay 150.000 personas que están recorriendo ese espacio de manera continua. El hecho de que estemos planteando la posibilidad de que haya 150.000 personas en un entorno natural, seguramente va a afectar muy negativamente a ese espacio natural que se supone que estamos protegiendo. Pero yo creo que el problema principal es ese, porque se está planteando como un recurso, un espacio natural se plantea como un recurso económico y no debe ser así.