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La primera pregunta es describir cuál es la situación de la comarca hoy en día.


Pues la situación es preocupante. Uno se va informando de cosas, leyendo y ve que es una comarca singular en el contexto de Euskal Herria. Primero, por su emplazamiento, porque Gernika, lo mismo que de alguna manera Durango, son ciudades que, aunque pertenezcan a un territorio, en este caso de Bizkaia, podríamos decir que son ciudades omnipresentes. Es decir, Durango, con la “azoka”, por ejemplo, Gernika en parte también con la “azoka”, pero en este caso el mercado no la de libros, y también o por sus valores simbólicos y por toda la tradición. Entonces son ciudades que están en el ámbito de la memoria, y en el recuerdo permanente. Creo que suscitan interés en los otros territorios. La vinculación es también desde el punto de vista afectivo por dos motivos. Primero, por esa tradición foral, pero sobre todo a raíz de la masacre del bombardeo de la villa. Y luego todos los acontecimientos posteriores. Evidentemente, la difusión del mural Guernica ha dado origen a una catarsis impresionante de acontecimientos muy poco valorados. Gernika es una ciudad despectiva con Picasso, porque el elemento de referencia de Picasso más importante que hay es el toldo de una cafetería. Esto es una cosa que lo vengo observando. Ha sido una ciudad parca, con una política patrimonial errónea. Es decir, cubrir un refugio es una atrocidad, incluso semántica. Un refugio en si mismo, es un elemento que ya está protegido. No hace falta despilfarrar con una cubierta un elemento de una singularidad como el frontón. Está declarado bien cultural en Registro de Bienes Culturales del Gobierno vasco, y está todo manchado de elementos publicitarios, pues es una muestra de desinterés.


El que esté cerrado, que muchas veces no se pueda visitar salvo alguna cosa concertada, es penoso. Yo sobre Gernika he escrito bastantes cosas. El bombardeo de Gernika, el mal estado de las del entorno, de las esculturas, de “Gure Aitaren Etxea” y la otra que está cercana. Me parece lamentable, las entradas de hermanamiento con otras ciudades han estado sucias, y aún están sucias. A muchas personas nos preocupa el estado decadente de Gernika porque lo vemos más cercano, como un lugar propio. La misma presencia allí en la garita de entrada a la casa de juntas. Aquel ertzaina que parece que está aburrido a las 10:00. Yo he visto cosas espantosas, increíbles, en este ambiente. La misma rampa de los minusválidos que no tiene ni una plaza reservada. El acceso a la casa de juntas hecho con la misma herrería, con el mismo concepto, como si formara parte del cerramiento original, pues es una atrocidad. Que ya vino cuando la vidriera que cubre la casa de juntas la tuvo que hacer una empresa constructora madrileña. Entonces eso es lo que considero el rebombardeo de Gernika.


¿Qué retos ves a nivel comarcal?


Pues el reto es el desarrollo socioeconómico. Por supuesto que es una comarca con una fuerte identidad agrícola y muy prestigiosa, que quizá debería ser un punto fuerte, que no creo que esté suficientemente desarrollado, que necesita más potenciación, que sea una salida incluso profesional para las gentes que se dedican a ello y también combinarlo con actividades de nuevas tecnologías. Y hay empresas importantes, algunas de automoción. Está el problema de Inama, que tiene unas instalaciones importantes. El ferrocarril es muy lento. Ya desde desde Zornotza debería estar tratado. Yo he hablado incluso con alguna persona con conocimientos técnicos, y creo que el apeadero debería ser sustituido por una estación subterránea. Quizá, en la misma plaza de Amorebieta, una estación subterránea estaría bien y también un trayecto de doble vía que se convirtiera en un ferrocarril de cercanías, que no es un metro. No nos confundamos. Se podría aumentar mucho la frecuencia y podría ser incluso más competitivo que el propio autobús. El ferrocarril, evidentemente, es para esos desplazamientos mucho más cómodo que el autobús. Yo he venido en autobús hasta aquí, y he traído cosas para ir haciendo por el camino, pero el tren tiene otra comodidad. Eso es un reto, el de las infraestructuras. Evidentemente, la carretera, con el debido respeto medioambiental debe completarse desde la salida de los tuneles de Autzagane hasta llegar a Muxika de una forma coherente con el respeto medioambiental. No como quizá como una autovía, pero sí como esas carreteras que ahora se implantan en Nafarroa de sección 2+1 que, alternativamente en un tramo tiene unas posibilidades de adelantamiento al cabo de unos 500 metros o más pasa al sentido contrario y que permitan una mayor fluidez también. Evidentemente lo del túnel de Sollube, que lleva ya muchísimos años de retraso, debería resolverse teniendo en cuenta que Bermeo es un puerto auxiliar importante y que merece más atención. Y luego, en medio de todo este contexto, evitar que los lugares se conviertan en espectáculos deplorables paisajísticos como Gaztelugatxe. Hace unas semanas pasé para observar y me pareció deplorable. Yo por afición y a veces incluso por profesión voluntariamente ejecutada, he ido recorriendo continuamente todos los pueblos de Euskal Herria por y hago mis observaciones, tomo mis notas y considero que puedo opinar con una cierta solvencia.


¿Ves alguna otra oportunidad que pueda mejorar la situación de la comarca o que pueda responder a estos retos?


Si el desarrollo económico es importante en esa faceta agraria. Pues se podían desarrollar ese tipo de industrias proporcionadas, no quizá como como el polígono de Boroa, pero sí de otro tipo, de bata blanca, limpias, que son importantes. Habría que evitar esa emigración diaria que se da. Tengo testimonios de personas de Bermeo que comentan que todas las mañanas hay un desfile de vehículos que marchan y necesitan utilizar el vehículo para desplazarse a otros destinos. Ese movimiento humano de migración cotidiano, pues se podría resolver laboralmente en la propia comarca.


¿Y cuando se toman decisiones de cara a la comarca, cómo crees que se toman esas decisiones?


Las decisiones que afectan también a asentamientos urbanos deben hacerse lógicamente con la participación de toda la población. Hay que tener en cuenta que los responsables municipales son elegidos para un periodo breve, que puede ser de cuatro años, y en algún caso de ocho. Pero la acción desafortunada, sobre todo de un cargo político, puede ser trascendentalmente negativa para la historia de una población. Hay que tener mucho cuidado con las decisiones se van tomando. Y esas decisiones, sobre todo cuando son desacertadas, implican unas responsabilidades a posteriori. La persona que tomó aquella decisión debe ser consciente de sus acciones. Por lo tanto, los procesos participativos son importantes para que implique un mayor conocimiento. Sobre todo, en aquellas que afectan a aspectos sustanciales, como las Recalificaciones de terreno para promociones inmobiliarias, que es lo que asoma en todo esto ya desde hace años. A todo esto, debo añadir que yo fui la persona que hizo el expediente de solicitud de incoación de Expediente de Declaración de conjunto monumental de la colonia de Sukarrieta en el año 2012, y que fue efectivamente aprobado y declarado hasta que llegó una diputada, Josune Ariztondo, que por un error de forma anuló aquello. Es decir, la colonia de Busturia está sin protección. Eso es gravísimo. Por otra parte, la trascendencia de Gernika como villa Cultural tiene unas dimensiones muy discretas.


No sé si quieres añadir algo específico sobre el proyecto de ampliación del Museo Guggenheim en la comarca.


El Guggenheim es absolutamente innecesario. Urdaibai es ya un museo en sí mismo. Tiene Arrantzaleen Museoa en Bermeo, está el Euskal Herria en Gernika, que las veces que ha acudido muy pocas personas hay. Hay cosas interesantes de cartografía. Está el museo que podría explorarse todavía un poco más. La propia casa de juntas, y luego, el paisaje ya es un museo en sí mismo. La reserva y los elementos singulares, como la antigua Tejera de Murueta, que es un paisaje cuya imagen la he utilizado muchas veces como paisaje industrial y en ese aspecto, incluso de ruina decadente, aporta unos valores importantes. Por lo tanto, el museo ya está. Hay molinos de agua en Arteaga, Hay otras piezas, hay un paisaje de arquitectura rural importantísimo. Hay suficientes cosas. Pretender hacer otro museo que es una ofensa a los demás territorios de Euskadi, no es lógico, porque todo se centra en este ámbito de Bizkaia. Hay un partido, el partido hegemónico, que da la impresión de que piensa y actúa con que Euskadi es el Bilbao Metropolitano. Que todas esas inversiones se hagan en un museo que ya existe, y no en un museo de la ciencia o de la técnica, en un país que no tiene un museo de la pelota, que no tiene museo de la bicicleta, que no tiene un museo del trabajo... Es incongruente.


Este sometimiento a un museo privado para hacer una subsucursal, porque el Museo de Bilbao ya es una sucursal es inconcebible. Además, ese museo puede originar unas consecuencias catastróficas. Ya se ha visto lo que ocurre en Gaztelugatxe, un paraje aborrecible. Aquello lleno de suciedad, de basuras de todo tipo, bolsas de plástico, botellas de cristal, botellas de plástico en los miradores donde la gente acude como manadas a hacerse un selfi con aquel fondo. Este tipo de turismo es deleznable. Es un turismo que no sabe ni dónde está ni a qué ha venido, ni por qué ha venido. Y esto es el peligro, que se convierta en el concepto que hubo en los años 20, 30 del siglo pasado de la Ciudad Jardín. Esto podría finalizar como el territorio jardín. Porque, eso conllevaría hoteles, más restaurantes, empresas de alquiler de coches... Toda una sucesión de elementos del repertorio turístico. Y todo eso conlleva, por supuesto, a la pérdida del euskera. A esa servidumbre que se la está sometiendo en todas partes, incluso en los territorios de mayor habla como en Donostia, como en Bilbao. En Bilbao, el euskera esta maltratado por todas partes, también por el inglés.


Esta pérdida de la identidad de un territorio es gravísima y eso va implícito a la masificación. El turismo es un mal. Alguno le podrá parecer que es exagerado decir que el turismo es terrorismo. Pues a mí me parece que es acertado porque crea entre los nativos una sensación de terror, de miedo. Las viviendas que se dedican para alojamientos. Entonces esa pérdida de identidad, por querer ser simpático al turismo, se han pervertido conceptos tradicionales, conceptos que antes estaban arraigados. Por ejemplo, la palabra tradición ahora se sustituye con frecuencia por "típico". El tipismo es para hacer un escaparate al forastero. Las alubias son tradicionales, no típicas. El “typical spanish” se está restaurando y por lo tanto eso es totalmente nocivo. Y luego las poblaciones, los lugares crean un paisaje deprimente, cartelones en las calles, en edificios catalogados anunciando el menú, etcétera. Hay cosas que asustan. A mi me duele que en todo el menú no aparece ni una palabra en euskera.


Faltaría potenciar la imagen de Gernika desde otro punto de vista. Yo esto quiero hablarlo un día con Ramón Zallo, al cual conozco desde hace muchos años. En aquellos embates iniciales del Guggenheim, cuando la colonia. Incluso organicé de un debate hace varios años en la que participó la alcaldesa de EA, Iratxe Arriola. Yo tengo una idea muy concreta que es el convento de las Clarisas. Ese convento en algún momento corría el rumor de que se podía convertir en un hotel de lujo. Eso era una amenaza muy grande. El convento de las Clarisas es el fondo iconográfico paisajístico que aparece siempre de la casa de juntas del árbol de Gernika y el templete. Ese convento, una vez comprado por el Gobierno vasco, yo sostengo que debía tener un uso muy concreto y un título que es, Gernikaleku. Ese Gernikaleku estaría animado por varias cosas. En primer lugar, ya que el mural de Picasso, no se puede perder más tiempo reivindicando ese mural porque nunca saldrá de Madrid. Hubo un momento en los años 80, el adecuado para haberlo solicitado. No se hizo adecuadamente. Yo entonces vivía en Barcelona con pintores como Juan Antonio Ormaolea, natural de Elanchove, pero que reside en Barcelona. También estaba Basterretxea y había un movimiento bastante positivo en Cataluña de que viniera a Euskal Herria ese mural conociendo un poco el perfil de la sociedad catalana, para que el mural no estuviera en Madrid. Pero hay un mural que hizo también José Luis Zumeta de las mismas dimensiones, una pieza impresionante que yo he hablado con la hija y que tiene una oferta del Museo de Bellas Artes de 260.000 €. Yo le dije que eso es propiedad de la familia, que no se desprendiera de él nunca. Y pretendo, pero no encuentro todavía el momento para hablar con Ramón Zallo para que ese mural se comprara por la sociedad vasca, a través de unas aportaciones que podían ser de 1.000 € con 260 personas o de 500 € con 620 personas.


A cambio de que se hiciera una litografía de buena calidad como contribución. Y ese debía ser el elemento animador de ese Gernikaleku. Luego ahí estarían todas las otras cosas de Gernika ha podido haber. Hay un trasfondo que yo un día vine aquí para hablar por el 75 aniversario del bombardeo, pero la persona que me atendió era la concejala entonces del Ayuntamiento. No tenía ninguna noción de nada. Hay muchos temas musicales, desde el Escudero con el Oratorio hasta Leonardo Balada que tiene una obra musical. Que esas obras estuvieran en una discografía. Un acontecimiento de ese tipo haría de llamada universal para todo el repertorio de obras en estos momentos desconocidos que podrían contribuir a esa aportación, y por tanto al nombre de Gernikaleku. Un centro incluso para para los estudiosos. Pero que potenciara la imagen plástica y artística de Gernika. Es lamentable lo de Picasso que cuando han sido sus aniversarios nadie se ha acordado de él en Gernika. Ese es un propósito.


Luego hubo otro Guernica, en la que contribuyeron no sé cuantos artistas, entre otros Mikel Lertxundi, que le conozco, que era como un mosaico, con varias piezas y no sé dónde está. Si ese mural de Zumeta va al Museo de Bellas Artes, ¿que pasará? Se expondrá un mes, dos o tres al principio y luego se meterá ahí en el almacén. Uno que quiera profundizar en todo el significado universal que tiene esa obra. 


Debo decir también que, en su momento, a través del gobierno español, porque había que hacerlo así, yo propuse a UNESCO que se declarara el Guernica como Patrimonio de la Humanidad porque estuvo en reproducción de tapiz, estuvo en la sede de la ONU en Nueva York y el Ministerio de Cultura respondió al Gobierno Vasco y el Gobierno Vasco me transmitió que la UNESCO lo declara Patrimonio de la Humanidad, bienes muebles. Y le respondí que era la ocasión para empezar con los bienes muebles. Es decir, esculturas como el David de Miguel Ángel no tiene el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad. Y por tanto es aes otra de las cosas que quedarían por hacer. 


De ese reconocimiento, no nos podemos consolar solamente con ese mosaico que está ahí atrás, como elemento de referencia. Gernika es muchísimo más. Y además, ahora, de aquí a dos años, nos acercaremos al 90 aniversario. Por lo tanto, esa sería mi contribución. Eso sería donde deberían destinarse esfuerzos y dinero y olvidarnos del Guggenheim. Es un museo alóctono, un museo que no representa nada solo tiene fines comerciales y turísticos. Además, hay una intención. El museo se quiere aprovechar del paisaje como soporte, es decir, utilizar el paisaje de Urdaibai como elemento de referencia y probablemente acudirían centenares o miles de personas porque está en un enclave que sería difundido. El fenómeno Gaztelugatxe ha sido el detonante de este rechazo a utilizar los elementos de la naturaleza como atractivos masivos. Eso es un error, pero eso se está extendiendo por todas partes. En Urdaibai si se solucionan los problemas económicos y de puestos de trabajo, puede vivir perfectamente sin necesidad de esos recursos ajenos.